Kelly Witmer, an artist based in Joshua Tree, California, has delved into the realms of glass and metalwork. She transforms rusted vehicle parts into sculptures and installations, forging a connection between advanced technological design and the historical symbolism of cars—an expression of freedom, exploration, and identity. Her deliberate homage to the Lowrider Culture rooted in Southern California, serves as a testament to car culture's significance on both sides of the border, connecting Mexican and American communities to showcase cultural pride. Witmer's sculptures are crafted from unrestorable machines and act as a poignant reminder of society's obsession with automobilia, contributing to the crushing of approximately 12 million cars each year for scrap metal. By using these relics as the basis for her pieces, the original design is given a second life with a renewed purpose.

Kelly Witmer, una artista en Joshua Tree, California, ha explorado los ámbitos del vidrio y el arte con metales. Ella transforma partes de autos oxidados para su uso en esculturas e instalaciones, forjando una conexión entre el diseño avanzado tecnológico y el simbolismo histórico automovilístico—una expresión de libertad, exploración, e identidad. Su homenaje a la cultura Lowrider arraigada en el sur de California, sirve como testamento del significado de la cultura automovilística en ambos lados de la frontera. Lo que conecta comunidades mexicanas y estadounidenses para destacar su cultura con orgullo. Las esculturas de Witmer son construidas de partes que ya no se pueden restaurar y actúan como un recordatorio de la obsesión societal con los automóviles, lo que contribuye a aproximadamente 12 millones de carros cada año que terminan en metal desechado. Al usar estas partes viejas como base de sus piezas, el diseño original toma una segunda vida con un propósito renovado.